martes, 19 de octubre de 2010

Por fin una buena pelicula en TV

muy buena la serie de la princesa de éboli. ya era hora de que alguien hablara de una de las historias más importantes de España, el intento de traición de la tuerta y su acólito Antonio Pérez al monarca más importante de todos los tiempos, Felipe II (para que la hija de Éboli ocupara el trono de Portugal, vía su padre difunto, Rui Gomes Silva). Intentaron boicotear por todos los medios Flandes (la gran derrota del bastardo más importante de nuestra historia, Don Juan de Austria, hijo de Carlos V y la artista Victoria Blamberg); intentaron boicotear tb la union de la corona de España con la de Inglaterra a traves de la union entre Don Juan y la presa María de Estuardo. Incluso, la empresa mas importante de todos los tiempos, nuestra victoria por antonomasia frente a las costas de Turquía, en Lepanto. Felipe II, el gran hombre de estado, nunca fue parte de aquello. Sólo las relaciones entre Génova, Vaticano y algunos reinos alemanes con las tropas comandadas por Don Juan nos dieron la victoria frente al turco. Dos hermanos, (Felipe y Juan), un padre (Carlos V), un legítimo imperio... traiciones... gracias Antena 3.

martes, 5 de octubre de 2010

Anestesias y resignaciones virtuales

Por alguna extraña razón, aún nacemos físicamente hablando. Incluso, seguimos padeciendo sentimientos y esbozando mentalmente mundos naturales que ya no existen. Algunos, sólamente pueden imaginarse ya un mundo mezclado, y, si por alguna hipotética coincidencia pudieran observar una panorámica del Amazonas pensarían que aquello sucedió hace muchos años.

Verdaderamente, hay tantas cosas que sucedieron hace tantos años... o quizá, no tantos. Nuestra vorágine de destrucción reduce a meses o años todo un proceso vital incapaz de poder ser explicado en meses o años, por lo que perdemos de vista el valor del tiempo y a su vez, el valor incalculable de las cosas que solo éste puede crear.

La anestesia empieza a ser demasiado peligrosa. Como parece que las modas insurreccionistas contra el sistema han muerto por culpa de internet, ahora nadie se acuerda de otro mundo que no sea el viciado por el tiempo de consumo. Por eso, reivindicar lo espontaneo que resultaría un apagón de todo lo conocido, un poco el caos. Imaginarse un mundo sin mundo, donde sería posible ver de nuevo al chico de los periódicos anunciando el ¡Extra, extra!... No.

Review de esto último. El cambio debería ser mucho más sustancial. Pero, ¿cómo disponer de un elemento de justicia para delimitar donde está el cáncer de nuestro tiempo?

Sabiendo esto, es decir, cuando se creó el consumo de masas, sólo haría falta comprender como funcionaban las sociedades anteriores a ese momento, y luchar por ir aunando pequeños grupos imitativos de aquellos reales antisistema para revertir esta situación

Ahora bien, la imitación es quizá el summun del consumismo. Y aquí vamos llegando a la clave de toda la degeneración. Y ahora explicaré el por què.

Desde que estamos consolidados como especie invasora, incapaz de declinar hacia la desaparición por un ciclo vital determinado, tal y como le puede ocurrir a especies dependientes de un único hábitat como el oso polar, el koala, la barrera de coral... hemos desarrollado una inteligencia grupal imposible de destruir por un agente externo (a no ser que ocurra un golpe brutal contra otros objetos del cosmos, lo que parece improbable).

Por tanto, suponer una mejora grupal por la propia negación del sistema actual, podría ser igual de peligroso que el abismo que se avecina con este ritmo de destrucción. Roma imitó a Mesopotamia y a los pueblos de la antigua Persia. Carlomagno cargó su poder sobre los últimos vestigios del Imperio de Constantino, y, Napoleón, quiso repetir de nuevo una situación de dominio alienante. Hoy, ese dominio está perfectamente asentado. Hemos llegado por fin al Imperio perfecto, el cual no puede caer ni por surgimientos de otros Imperios, ni por luchas internas, ni por la muerte de su genocida creador.

Pues estamos en el Imperio Virtual, aquel que no tiene un centro delimitable, ni capital, ni leyes, ni líder visible. Si pusieramos a un cacique ruso a bombardear, hipoteticamente, y con la tecnología más avanzada, todos los satélites de comunicación que vertebran este imperio, la solución sería tan fácil como desactivar a través de sencillos códigos numéricos los misiles de ese hombre antisistema bolchevique, y no informar para nada, ni alentar (como pudo hacer la Revolución francesa), al pueblo para levantarse en armas contra la injusticia del supremo control del Imperio.

Por tanto, es sencillo controlar el Imperio Perfecto. Quizá, ahora haya más claridad para explicar la idea que tengo sobre todo esto. Me remito a hace dos líneas. El pobre Saint-culotte en la Asamblea Nacional, gritando por la caída del despotismo, y, sin saberlo, alentando a los primeros capitalistas importantes de la historia, los jacobinos, asentados desde entonces en el poder mundial de la política.

Y se suponía que iban a cambiar hacia un mundo más justo, pero esa maldad humana, que, sospecho será la única que nos dará a todos con los huesos en una tumba gigantesca en el futuro al lado de los dinosaurios, lo manipula todo para siempre ir a peor. Dan igual las concienciaciones sociales, los movimientos por la paz, la hora del planeta, el 0,7, el niño apadrinado de Intermón; pues, los jacobinos, cada vez eligen peor.

Internet les ha facilitado la anestesia que históricamente debían recetar a la población en forma de palos, represión, muertes y guerras mundiales; pues ahora la solidaridad del pueblo es general en un mundo totalmente homogeneo, donde la mezcla de culturas nos hace perder a pasos agigantados nuestra identidad y el ansia por el cambio. ¿Cambio a qué, si el comunismo es sólo un libro de tapas rojas y el capitalismo una soga al cuello para los obreros de las revoluciones industriales diseñadao por David Ricardo y Adam Smith?

Pero, como decía antes, las decisiones de los jacobinos deberían ser penadas con la guillotina, como hace 200 años. Annópolis o Copenhague suceden a Kyoto como el mayor chiste del Imperio. Es la broma mayor de la burocracia, el espejismo de solidaridad (no para salvar al niño somalí con desnutrición avanzada e hinchado por la retención irreversible de líquidos de su cuerpo que le provocará la muerte cada 8 segundos, al ritmo de tres o cuatro en todo el mundo), sino, graciosísimo, para buscar la solución al planeta.

Por favor, deberíamos prorrumpir en carcajadas. La madre tierra es muchísimo más sabia que la historia triste de nuestra especie. Para ella, el juego del Co2 al que estamos jugando desde que un tejano le dio una patada a una piedra y le salió aceite a chorros, es tan sólo como poner una colada y dejarla tender al remanso durante unos cientos de años después de que desaparezcamos de aquí.

La única realidad de todo esto, es que la resignación avanza a pasos agigantados y parece la enfermedad de este siglo. Nada le tiene que envidiar a las pestes bubónicas del Siglo XIII o a las purgas étnicas caprichosas del Siglo XX.

Es más, parece una guerra perdida para la humanidad. Casi es preferible dejarnos vencer esta vez. Seguramente, si no nos resignamos, mejoraremos esto, lo cual no es conveniente. Lo mejoraron los neandertales, los griegos, los romanos, los humanistas y obreros, los científicos en el boom del empirismo y el racionalismo, y, por último, los frikis informáticos de California que se han inventado todo el entramado de internet en apenas 30 años.

Y, cuando surge una mejora más, que parece que solucionará todos los problemas, observamos cada vez más soledad en las personas, más tristeza y hambre, más resignación.

Por lo tanto, deberíamos empezar a andar desnudos por la calle. No hay nada que perder. Tan sólo la vergüenza. Pero, eso tampoco existe. Internet nos la roba también en cada red social. Por tanto, resignación también hacia eso.

con tinta y pluma, pero por internet

Ahí, yo no sé por qué, pero hay días que no me puedo ni aguantar a mí mismo y otras veces que necesito hablar compulsivamente y socializarme. Tengo muchas ganas de conocer gente por aquí. Los días se hacen muy largos, y a pesar de que las posibilidades son amplias, a veces te das cuenta de que aquí, cada uno va muy a la suya. Mira, hoy encontré a dos chicas que me han venido a saludar, y sospecho que me he puesto demasiado nervioso para parecer natural. Creo que las he agobiado con mis cosas. no se por qué me suele pasar eso, porque cuando lo reflexiono, en realidad me estaba gustando mucho poder hablar con esas personas. Pero, quizá, es mi estúpida ansiedad, esa que sufro en todos los aspectos de mi vida, que lo hago todo por impulsos, y así me va.

Necesito estar mas relajado con la vida y tener mas paciencia porque si no lo hago acabo cometiendo siempre los mismos errores.

Me sigue gustando esta ciudad, aunque también me doy cuenta que los peligros pueden multiplicarse. Por ejemplo, ayer no podía dormir por los vecinos de arriba, que a las tres y media de la mañana comenzaron a mover muebles de un lado para otro y hablar a voces. Al final, mira, me decidí y subí a pedirles que si podían bajar la voz.

Uff, creo que la próxima vez recurriré a la policía. Me dio bastante miedo, porque salió a recibirme una chica búlgara rúbia, y detrás había dos señores, y le vi al chico que luego habló conmigo como se guardaba un cuchillo de estos de sierra normales de cocina, en el bolsillo. y mientras yo le comentaba que si podían hacer el favor de bajar la voz porque tenía que madrugar, el chico estaba con la mano en el bolsillo. además se fue la luz... vamos, que un poco apretadete de esfinter sí que iba.

porque claro, esta gente, muchas veces no tiene nada que perder. yo no se en qeu condiciones pueden estar, pero si igual la han liado en su país, como aquí les borran los antecedentes... pues no se sabe. la verdad que un poco mal si lo pase. y además, no valio de nada porque ahsta las cinco siguieron igual.

y claro, ahora que hago yo, porque si llamo la proxima vez a la policia, van a saber que he sido yo. ah, eso si, ahi fui yo con un par con mi pijama verde y unas playeras, jejej. que tb pensaria el pavo rumano... aki viene billy el niño. pensandolo bien, yo tb debo acojonar con un pijama verd ey unas playeras a las cuatro de la mañana. jeje

pues eso, que estoy bastante joribiado de lo mio. q en realidad se que puedo hacer cosas bien y se q kiero a algunas personitas que son muy importantes en mi vida... pero, el pero de siempre. me mata tener una cabeza de cazurro. me gustaria poder urgar dentro de ella para ajustar algunas tuercas y poder ser como soy ahora siempre, y no ser el abobinable mr hyde qeu en ocasiones me convierto.

wenas noches, o días o tardes. que ya se sabe con esto de la intemporalidad de la red

lunes, 4 de octubre de 2010

Tidus y Yuna

Yuna y Tidus se besaron, mientras la invocadora de espíritus iniciaba los ritos del encuentro de las almas con el más allá, con el torrente de energía que seguía su camino. Ella era la guardiana de todos las almas de Spira. Y nadie podía morirse sin su ayuda. Para descansar en paz debían ser parte de sus ritos. Era su sino, besarse con aquel hombre al que después tuvo que abandonar y guiarle en su camino de las ánimas, donde siempre quiso estar, al lado de su padre. Con su pérdida, también parte de su alma caminó. Tal era el deseo de estar entre sus brazos que la llamada vida real ya carecía de todo sentido.

Y pienso yo, que si la ficción siempre reparte más bondad que la realidad, ¿qué pinto yo en todo esto? Si no me gusta esta vida. A veces, me gustaría ser Tidus, el afamado jugador de blitz, para morir sin ser enterrado, como dirian los Violadores del Verso, siempre volando. Porque, que importa volar o tener los pies en el suelo, que importa reirse de esto o ser serio si todos vamos a palmar igual. Prefiero morirme de amor, de estupido amor que es el único que le da sentido a lo que hago, o no sentido, es el unico que me hace sentir vivo. todo lo demas es totalmente secundario. Si muero en vida, por lo menos prefiero morir de amor y volar hacia muy arriba como Tidus y Yuna.