lunes, 14 de febrero de 2011

Elegir buenos proyectos y el día 1.201

Elegir buenos proyectos

Mañana debería enviarle todos mis datos a un chico que no conozco que tiene una web de baloncesto para empezar a colaborar. Pero mañana ya es hoy, y creo que he errado al comprometerme. Deberé agachar la cabeza y rectificar. No me ilusiona nada de nada hacer crónicas que nadie se leerá, pues me supondrán gasto de tiempo y desplazamiento para nada, sin cobrar un duro, por amor al arte. Suena muy bohemio, pero esta sociedad no está hecha para hacer cosas bohemias. No entraré, finalmente.

El periodismo (no es un buen proyecto)

Llegan los últimos meses de la carrera y cada vez me gusta menos el periodismo. Me produce un gran esfuerzo ir a clase para oir cosas que me aburren, pero es que sé que si yo tuviera que trabajar redactando noticias o haciendo reportajes, me aburriría aún más. La actualidad, ¡que aburrimiento! ¿Dónde está la creación y las ideas? Es todos los días lo mismo, a alguien se le ocurre que decir mentiras es informar y así se hace. ¿Y los periodistas, qué opinan? ¿Les gusta ser siervos de lo políticamente correcto o en el fondo piensan igual que yo, que habría que darle un cambio radical a todo lo que no están vendiendo y ofrecer ideas a la gente?

Es muy curioso saber las preocupaciones de la gente y lo poco que se difunden en el periodismo. A nadie le importan los políticos, ni sus discursos desfasados. A nadie le importa la agenda internacional, cuando se tratan de mentiras o invenciones. Hay mogollón de temas nuevos, mucha gente que hace cosas muy interesantes y no tiene la voz. El periodismo lo debería hacer el pueblo, no los periodistas. Me sorprende observar que hay mucha más rigurosidad en los hechos en una página web local, o de algún club de baloncesto de los que arbitro, que en los grandes medios. Porque el periodismo, me he dado cuenta, que interesa a nivel muy local. A mí me interesa saber que pasa en mi entorno, en mis canastas, en mi clase, en mi mundo musical, etc. me la sopla casi todo de lo que pasa más allá de esas fronteras.

Supongo que a tí, mi querido lector (...corrijo, lectora, xd:) te pasa algo parecido. Seguramente no confíes en el periodismo porque es la mayor mentira sobre los hechos reales. Pero, ¿qué pasaría si te contaran realmente lo que te interesa? No es tan difícil, claro está, si todos los medios no contaran la misma mentira narrada de forma distinta. ¿Culpable? Las agencias, ese pensamiento único que colapsa más del 60% de diarios, páginas webs y ondas hertzianas. Tu pones tu medio, contratas a tus becarios para que te salgan al paso de las noticias locales y el resto se lo compras a EFE, Europa Press, Servimedia... el que te pille más a mano. Decoras tu página web o tu diario, pones una voz interesante en radio... metes la publi y pa' lante. Así todos los días, a improvisar lo que salga. Joder, y digo yo, ¿tan difícil es pensar en lo nuevo y darle importancia? Yo lo tengo claro, si vivo de esto será en algo que me permita tratar con las personas de tú a tú y permitirles expresar sus preocupaciones sobre lo que les interese.

Ahhh, claro, le interesa a una sóla persona. El resto pasara del tema, verdad? pues no, porque le interesará a una persona movida por sentimientos individuales y no comerciales. El ser humano tiene tendencia a empatizar con el resto, a enamorarse (ahora que estamos en fechas de amor... o como se llame) y a comunicarse con sus congéneres, si entiende a estos. A los medios no los entiende ni dios, ni la madre que los parió ni nadie. Son abstractos y vacíos, sin mensajes interesantes y aburridos hasta decir basta.

Es por ejemplo lo que me gustó de hacer un reportaje sobre el accidente del metro de Valencia. Escuchar de primera mano lo que querían contarle a la gente. Y siempre acababamos... es que no va a tener repercusión. Ahi, amigo. Ese es el tema. Si los medios no fueran en realidad meros porcentajes de los votos electorales de las personas o voces publicísticas, y fueran realmente la voz del pueblo, de cualquier ciudadano, del ciudadano que los 1.200 días de cada cuatro años es normal y el día 1.201 vota y es el día más importante de la década, y de esos días sólo hay tres por década... todo cambiaría.

Porque así es. La democracia languidece 1.200 días y el 1.201 expulsa toda su repugnancia de poder para perpetuarse otra temporadita más. Y la carrera que yo he escogido viaja al mismo trote cochinero que la democracia. Mal y sin mejorar.

De ahí la pregunta que me hago yo esta noche, la de elegir buenos proyectos. Aunque en España ya uno no sabe qué puede ser un buen proyecto, pero el mío no lo es, y de ahí espero toda una vida frustrada por una forma de trabajar que detesto y me parece carente de sentido.

Yo, si fuera el señor periodismo y abriera un informativo de las tres de la tarde, cogería a gente implicada en asuntos interesantes, y les pondría a hablar de esos asuntos delante de toda España. Sección deportes... pues al utillero simpático del equipo tal, porque este fin de semana fue papá y fue a currar como siempre y le curó un hematoma a un jugador, o a Vicenta, esa mujer que baja a la compra con la fresca y sale a pasear con sus amigas. Esa es la gente que es noticia y es la humanidad que nos están ocultando los medios. Esa es realmente la gran mentira, que nos cuentan cosas que no ocurren, y de lo que ocurre y nos hace más humanos, nos mantienen privados 1.200 días, como las elecciones. El 1.201 nos cuentan lo que ocurre de verdad, y es que 40 millones de zombies están convocados a perpetuar otros 1.200 días de ostracismo. El día 1.202 nos volverán a mentir.

Fernando Sancho Lobato, para entablasconmigomismo. Despedimos la conexión.

Yo, por lo menos, me niego a regalarles ese 1.201.