martes, 25 de noviembre de 2014

Un año de vida

Un aullido de desesperanza se apodera de nuevo de mi corazón. Vago errante, mas vago sabio, pero inocente a la vez. La vida es un suspiro de arena, y nosotros tan solo un granito que se desvanece con las primeras briznas de viento del invierno que está por llegar. Veo montañas nevadas de fondo. Yo prosigo en una lata gris y avanzo hacia el centro de la tormenta. Ya ha pasado un año, un año duro, un año que quiero borrar, que no pinté así en mi corazón, pero él si se pintó a sí mismo de oscura tempestad. Ari cumplirá este domingo un año de vida, mi preciosa Ariadne. Era tan pequeña cuando la vi por primera vez. No podía creer que fuera verdad, pero sí. Ari había visto la luz de la vida, y no pensaba cesar en su lucha, aunque las cosas no están siendo fáciles para ella, ni para mí, ni para ti. A veces cierro los ojos e imagino otro pasado, de felicidad absoluta, porque cuando unimos nuestras manos frente a la vasija de cristal inundamos la rosa de jericó de grandes sueños y esperanzas, le pedimos lo mejor de nuestras vidas y nos devolvió ciertamente lo que le pedimos, aunque nuestros corazones hayan quedado destrozados en el camino. Ari es lo más sagrado que te ha pasado a ti, es lo más sagrado que me ha pasado a mí, pero para nosotros era muy precipitada. Llegó cuando tenía que llegar, pero nos cortó el camino, un camino juntos que duró muy poco. Así es la vida, no vale de nada planearla, pues ella misma se ocupa de revolver con capricho nuestras frágiles almas.

Ariadne es un suspiro de esperanza, es tu pequeña pelusa de color esperanza, es mi luz y mis estrellas, es un milagro que rompió a llorar un 30 de noviembre de un año 2013 a las 4:35 minutos de la madrugada, en una sala fría, aséptica, de un hospital desolado y vacío, donde te arrancaron de tus entrañas el vínculo, y a la vez que las máquinas no me mentían y luchaban por reanimar el corazón de nuestra pequeña, un padre esperaba solitario detrás de una puerta de más de medio metro de acero blindado que me alejó por primera vez de un beso eterno, ese que nunca nos pudimos dar los tres juntos.

A veces pienso que a lo mejor la vida nos tiene reservadas caprichosas sorpresas, a veces pienso que a lo mejor volveremos a ser una familia, y despertaremos de esta pesadilla que ha cabado nuestra tumba en vida. Solo ya tiene sentido vivir por seguir los pasos de nuestro corazón que late en Ariadne, ese milagro que nos despertó de nuestro sueño, ese milagro que vivirá para siempre, porque nuestro amor será eterno a pesar de los pesares, y se llama Ariadne.

1 año es solo un segundo de tu resplandor 1 año es solo el brillo de tus ojos 1 año es lo majestuoso que te queda por delante 1 año es una vida para vivir y disfrutar FELIZ CUMPLEAÑOS MI PRINCESITA DEL VIENTO

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