domingo, 9 de octubre de 2011

El gran estado de forma del rap español

Yo no soy un gran experto de rap, ni he mamado la vieja escuela, ni siquiera estuve en los inicios de este género musical en España. Pero un día llegó un disco a mi discman. Me dijeron, Sancho, ponte esto, a ver que te parece. Era "En la brevedad de los días", Nach Scratch, 1999, una de las grandes joyas del rap en español. Viajábamos a Madrid, pero no recuerdo ni qué íbamos a hacer. Me parece que visitamos el Imax y el Santiago Bernabéu, pero no lo puedo asegurar. Yo iba totalmente extasiado por eso nuevo que estaba escuchando. Tendría 13 o 14 años, no más. Nunca había escuchado rap. Es gracioso, pues este género existía desde antes de que yo naciese, pero la industria española lo tenía en la recámara, aislado a la sombra de los triunfitos. Hoy esto ha cambiado. Si Nach, Violadores o El Chojin sacan disco, pueden alcanzar 100.000 copias y desbancar a cualquiera a nivel de ventas.

Hay buena prensa, buenos festivales que arropan a los artistas, y dos grandes programas de radio 3 que están impulsando una difusión importante del talento que late en España ahora mismo.

Yo intenté hacer mis pinitos con 16 años, currándome letras a cada instante, aliviándome con la rima, que fluía dentro de mí, que me ayudaba a tomar conciencia y perspectiva de la vida, que me arropaba y me hacía crecer, no sé, el rap fue un gran apoyo. Siempre estuvo ahí. Yo me buscaba por emule todos los temas de todos los artistas. A veces esperaba más de una semana para ver que el tema de la mala de lujo ibérico en realidad era una trolleada reguetonera que habían colado por ahí. Era el riesgo de la red de 256 bps.

Como digo, intenté currarme una maqueta, pero solo tenía las letras, nada de bases, aunque algunos colegas me pasaban algunas, todas ellas eran tan básicas que daban risa. Recuerdo que competía en una web donde unos defendían letras de rap, las mías contra la iglesia, los nazis y alguna de egotrip, y otros hacían temas muy guapos de reggae. Uno de esos colegas me dijo un día que hiciéramos juntos una maqueta, pero realmente a mí me gustaba componer las letras, no sabía cantar, no tenía voz. La hip hop nation no faltaba ningún mes en mi mesita de noche. Regalaban siempre un disco demo con cuatro o cinco temas, que luego con la crisis retiraron. Fue una época bonita, con los grandes raperos despuntando. Hoy me alegra comprobar que muchos siguen, fieles, currando día tras día. CPV ha vuelto, me parece que la putaopepé o han vuelto o lo estaban planeando, con Hermano L liándola por solitario, el gran Black Bee, VKR, Choj, Frank T, Rapsus, Nach, HP Squad, etc. Muchos rondan ya la cuarentena, y como reza el lema rapero... se mantienen reales, Keep it real!

Otros se separaron, como Triple X you! o Solo los solo. Unos evolucionaron, como Juani o Lechowski, otros cayeron como SFDK o Tote, o Zenit (si enterramos su último trabajo y recordamos su carrera por cosas como Torre de Babel y Producto Infinito, en vez del inefable 'Nadir', la cosa iría guapa). Unos nos sorprendieron a todos, como el gitano antón y el langui desde pan bendito, consiguiendo un mtv al grupo revelación de Europa. Si La Excepción sorprendió, dos poetas como ZPU y Korazón Krudo intentaron lanzar por ahí al rap.

Se ha visto de todo, hardcore con Falsalarma, R&B con Flavio Rodríguez, horrorcore con Capaz y sus 'hermanos' de HP Squad, ragga con Morodo...

Por tanto, yo no sé que visión tendrá la peña de lo que significa y ha significado el rap para este país, o si piensan que su calidad es inexistente, o que se cubre de tacos, machismo, homofobia, racismo... incluso recientemente han acusado a un rapero de exaltación del terrorismo.

Yo pienso que el rap es un género que puede lograr todo lo que se proponga, porque se adapta de puta madre a cualquier cosa, le gusta la música, su bombo y cajas característicos de fondo ponen la cadencia, y el resto lo hace el artista, el dj, etc.

Nach... lo primero que cayó en mis manos. Vamos a jugar a un juego. Llevar los recuerdos atrás, hace muchos años. Me voy al año 2000. Probablemente ese disco, 'En la brevedad de los días', pueda considerarse como uno de los cinco imprescindibles, junto a 'Vivir para Contarlo' de Violadores, 'Ozmystail' de Morodo, 'Odisea en el Lodo' de SFDK, y 'Producto Infinito' de Zenit Hombredón.

Nach lo sabe, y hoy, diez años después (bueno, un poco más) le dedicó el décimo aniversario a Basado en hechos reales. Tantas frases de Nach han adornado mis perfiles de msn, mis exámenes de filosofía, mis blocs de notas donde me ponía como un loco a escribir... Nach como inspiración, alguien que demostró que no es necesaria agresividad, las palabrotas, las batallas, etc. para ser un grande en el rap. Más bien, acariciaba las palabras, su 'cuentacuentos', su 'amor libre', su más profundo 'Ángel'...

Por eso, late el rap de este país, y yo me siento contento porque además, no lo han manoseado demasiado. Los artistas venían concienciados de casa, y excepto alguna excepción como Haze, Porta, Junior, etc. muy pocos han traicionado la esencia de la rima pura, la que fluye alegre y libre, con cadencia, ritmos, sílabas interminables, que penetra por tu piel, desde tus cascos hasta todo el planeta tierra, que abre la mente y enjuaga las ideas, que remata la desidia y levanta al hambriento, al acomplejado, al discriminado, a todo el mundo.

Esto es, Basado en hechos reales. Año 2000. Mitad poesía combativa, mitad arte encadenado, talento por rugir.



Y esto es Basado en hechos reales. Año 2010. La misma letra, pero el alma calmada, la métrica adaptada, las palabras mucho más intimistas y acordes al mensaje, la voz más afianzada. Se notan años y experiencia. Limpieza máxima en el tono y el máximo nivel de Nach.



Yo siempre digo que no hay techo para Nach. Él siempre mejora, y siempre lo seguirá haciendo, porque no se tiene que reinventar. El se acopla a su momento vital, y a cada disco le da un toque diferente que lo hace inmortal, y que a veces me hace pensar que si solo fuera él la única isla del panorama, no importaría. Podría vivir con 'En la brevedad de los días', 'Poesía difusa', 'Ars Magna-Miradas', 'Un día en Suburbia' y 'Mejor que el silencio'.

Han pasado también casi diez años desde que escuché mi primera pieza, pero aún me transmite todos aquellos valores que me hacen caminar por la calle, como diría ZPÚ, como si estuviera solo, volando por las aceras, observando las calles, que han inspirado un género de barrio, de suburbio, un germen que no pueden eliminar los poderosos, una ayuda para los pobres que alimentan su espíritu con las letras poderosas. El rap es, como diría Nach, algo que se basa en hechos reales.

"...Siempre es lo mismo, las mismas calles, el mismo parque allá a lo lejos, me miro en un espejo y siento, que me hago viejo, recordando personas, situaciones y lugares, repasando mi vida, basado en hechos reales..." Nach. Brutal...

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