martes, 11 de enero de 2011

Experiencias al borde del abismo

No es este un posteo donde se vaya a hablar de grandes experiencias al borde del abismo; no obstante, el título 'engancha', y eso es siempre lo importante, seducir. Ya sea en blogger o en una cafetería, un esbozo de inteligencia siempre atrae. Ahora bien, he venido aquí para sustraerme al pesado yugo de mi subcosciente.

Cae una pesada hora más de estudio. Lo hace sonora y protestona, minuto a minuto, sin un ápice de compasión, confabulándose malvadamente en el irremediable momento cumbre; aquel donde uno no sabe si estará, pues puede fallar el despertador y puedes no ocupar tu sitio en el hacinado jardín de infancia de primero de grado, junto a 75 o más novicios de la plumilla, de la maltratada plumilla..

Mientras tanto, me entretengo con cualquier cosa. En MTV aparecen sujetos difíciles de describir. Sí, son niños. Ahora baila al ritmo de un tema gritón de estilo electro, ese que tanto triunfa en Europa del Este cuando llega Eurovisión, una tal Selena Gómez. Va tan pintada que es difícil acertar si habrá acabado sus estudios primarios. Yo apuesto que sí, pero no creo que sea capaz de explicar ni una sola estrofa de su canción.

En fin, se me empieza a atragantar esta vida de improductividad. No creo que haya que estar cinco años encerrado entre cuatro paredes para ejercer una profesión, y más si esta te viene de vocación. Es como tener embriones congelados, dopados en un minimundo que genera muchísimos gastos en becas para el Estado y ningún beneficio a corto plazo. Todo sería muy distinto si la universidad estuviera enfocada en un 50% al estudio teórico y en otro 50% a la práctica laboral efectiva, en contacto con el mundo laboral (ah, no, claro, que el Estado gana dinero con nosotros, se me olvidaba el pequeño detalle de las abusivas matrículas). Y, sobre todo, estudiar tendría más sentido si este puto sistema fuera justo con nosotros -que aún no tenemos curriculums llenos de experiencias al borde del abismo- y remunerara con una cantidad digna las prácticas de fin de carrera.

Yo aún no las he hecho, y pienso venderme al mejor postor este verano. Eso, hablando de periodismo, supone aceptar una práctica en un medio de comunicación en el que cumplan con lo establecido; es decir, (dando por supuesto que la remuneración suele alcanzar la jugosa cantidad de 0 euros) me conformo con trabajar entre 6 y 8 horas, y no cerrar la redacción después de 10 horas efectivas de curro.

Eso pido, nada más.

Por lo menos, para poder tener mi primera experiencia al borde del abismo y para poder plantarme delante de ese vecino bocazas, sí, aquel que era tan tonto que tuvo que tirar toda su vida sobre un puto cursillo de garantía social, para luego ir trepando por los suburbios del aprendizaje hasta topar con su límite salarial de 900 euros, pero su trabajo fijo en el mundo de los mortales. Sí, aquel que un día, hace tres años, y con tres o cuatro botellas de ginebra encima, le escuché esupirme algo así como... Sancho, estás tirando tu vida ahí metido. Estoy deseando que llegue ese momento. Entonces, me plantare ante sus narices y diré, con el orgullo que aún me pueda quedar... amigo y muy señor mío, le informo de que usted no debería estar cualificado para ganar tanto dinero, por lo menos desde mi punto de vista de eterno becario que jamás aspirará a tener un sueldo de mileurista. Pero la sociedad es así de incongruente y desagradecida.

La posible tarea de ofrecer una realidad mejor narrada e interpretada no le dice nada a un usted cualquiera de la calle. Para ustedes somos bazofia y carne picada, que no merecemos tener un puesto en el sillón de locos desquiciados y viejos que tuvieron la suerte de llegar antes que nosotros, y a los que despedir cuesta 2.000 pavos (como mínimo), por lo que no interesa hacer un esfuerzo económico, pues la relación calidad precio cada vez está más a la baja, y solo importa el precio, ya que la calidad de la sociedad es tan paupérrima que nadie puede ser capaz de desentonar para mal en el desempeño de un trabajo normal y corriente -en mi caso, el periodismo.

Pero, esta es solo mi realidad.

Todos los días, miles de licenciados e hijos de papá y de mamá, se harán esta jodida pregunta cuando observen sus jetos desharapados de cualquier aspiración a la independencia como individuos delante del espejo, y observen de reojo un currículum demasiado vació de experiencias al borde del abismo.

QUEREMOS TRABAJO Y DINERO PARA VIVIR. CREEMOS QUE HEMOS PAGADO YA MUCHO DINERO EN MATRÍCULAS Y EN LA VIDA QUE OS INTERESA QUE TENGAMOS. SOLO ESTAMOS PIDIENDO 1.000 JODIDOS EUROS. A CAMBIO, OFRECEMOS UNA FORMACIÓN, QUE PARECE SER LA MEJOR QUE NUNCA HA HABIDO HASTA AHORA EN ESPAÑA, EN BUSCA DE UN PROGRESO SOCIAL SI NO NOS LO DAIS, PERFECTO, NO PASA NADA, EMIGRAREMOS. PERO, SI EMIGRAMOS, NO HABRÁ JÓVENES, Y SIN JÓVENES PARA PAGAR LA SEGURIDAD SOCIAL, PRONTO ASISTIREMOS A LA GUERRA DE LOS VIEJOS POR PODER COMER UN TROZO DE PAN CADA DÍA.

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